Inicio >> psicologia

Cuando la muerte toca la puerta de la empresa

enviar a un amigo

 


ello sugiere una serie de pasos de los cuales transcribo algunos, cada uno de ellos corresponde a un capítulo; “a. Reconocer la pérdida, b. Vivir el dolor, c. Buscar el consuelo, d. Darte el tiempo, e. Pedir apoyo y f. Rodearte de Vida” (Brensón,1985). Estas sugerencias me parecen de alto valor y creo que la organización debería pensar en el diseño de un modelo de acompañamiento institucional a los compañeros de trabajo de la persona que falleció, no basta, creo yo, con el permiso para asistir a las exequias y luego todo vuelve a la normalidad como si la persona no hubiera existido para la empresa.
Otra reflexión tiene que ver con el impacto que esta ausencia definitiva tiene en las personas más cercanas, en su equipo de trabajo, es un tema que vale la pena hacer explicito y reconocer que la muerte de un compañero de trabajo puede modificar el clima y en ocasiones no es fácil hablar del tema en grupo, las emociones no se expresan adecuadamente y en muchas ocasiones no se hace un adecuado tratamiento del mismo, quizá por temor o desconocimiento sobre cómo hacerlo sin causar más dolor. Se recomienda entonces entender que la muerte debe ser asumida como una realidad y no como una excepción en el desarrollo de la vida empresarial.

La tristeza que nos produce la partida de un ser querido tiene en cada persona una interpretación diferente y una manera de manifestarse diferente, para algunos se convierte en motivo de comportamientos que quizá son inadecuados para el desarrollo de la tarea, algunos otros pueden tener descuidos o distracciones, otros pueden dejar que los sentimientos los agobien, etc.., en este sentido es preciso entonces que se tengan espacios que permitan recuperar la dinámica propia del trabajo y establecer nuevos escenarios de acción que le permitan al equipo superar con relativa prontitud el impacto que causa la muerte de un compañero de trabajo.

Señala Paul Ricoeur, en su texto sobre “Freud, una interpretación de la cultura”, que a la muerte es preciso asumirla con resignación y entendida esta como la capacidad de interpretar los hechos de la vida desde una mirada que integra a la muerte como parte de la vida, como un momento de rompimiento pero de integración al mismo tiempo, es así como el reconocimiento del dolor no nos hace más frágiles, nos reconoce frágiles y por tanto finitos y limitados también, es un momento de verdad que nos desborda en ocasiones pero que al mismo tiempo nos reta a superar nuestra propia debilidad en una realidad que hemos construido con otras personas.

La muerte como realidad empresarial debería ser incluida en los planes de desarrollo organizacional y de crecimiento personal, debería ser un componente de las áreas de bienestar que diseñen un modelo que vaya más allá de un pésame prefabricado y en ocasiones ausente de sentido y sentimiento. Qué bueno que cuando ocurra lo inesperado, que cuando sobrevenga el acontecimiento seamos capaces de reconocer que es ... continua >>

 


 
enviar a un amigo