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Acerca de la Generación Y

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amargura de su inhabilidad social y fracaso personal. Consideran que no han heredado algunas dotes para soportar las exigencias y las responsabilidades del mundo de los mayores….”.

En la misma línea, Vilá establece que“El inconformismo del adolescente moderno, su proyecto de vida de llegar a ser una persona inserta en la época, ha dejado paso al joven regularmente insatisfecho y errante con una biografía de bricolaje hecha a base de funcionar en un presente continuo” .

Lacan enseñó la función Nombre del Padre como aquella capaz de separar al niño del deseo materno, mediante prohibiciones y habilitaciones. Por medio de interdicciones pero también de permisos. Entiendo que esto puede resultar útil para balizar los actos del Líder como aquel que puede ubicarse en la función de separación entre Deseos de Los Padres y Deseo del Sujeto. Si esto no sucede, aparecerán las conductas que tanto inquietan a los líderes-empresarios.

La posición ética del Líder

La teoría clásica enseña que no es lo mismo Autoridad que Poder. La primera depende del cargo, perteneciendo a éste; y el segundo se vincula con la persona.

De esta manera, en las empresas encontramos personas con autoridad y sin poder (jerarquías formales no legitimadas por los colaboradores); y también lo contrario, sujetos con poder pero sin autoridad (por ejemplo, los casos de líderes informales).

Entonces, se vuelve indispensable articular ambos conceptos, tornándolos verdaderamente eficaces en la práctica.

Más arriba decía que los jóvenes, al insertarse en el ámbito laboral, atraviesan una crisis de su deseo, con cierta confusión respecto de lo que efectivamente quieren para sí mismos.

Aquí es donde la posición del Líder adquiere una fundamental relevancia y significación.

Si éste piensa que será solo por la vía del castigo la forma en que el joven debe adaptarse a las nuevas reglas se encontrará con resultados nulos. Nulos porque el castigo no tiene, hoy en día, los efectos de antaño. El joven descree de las figuras de autoridad en tanto poseedoras de capacidad punitiva. Y no solo lo ve en sus líderes, sino también en la degradación y franco agrietamiento de las instituciones sociales y políticas. Dicho de otro modo, el joven es incapaz de otorgar autoridad a sus jefes , porque supone que no la merece o directamente no la tiene.

Por ende, hace falta anclar la potencia de la gestión del personal nuevo en otro terreno. En el que ubica al Líder en la posición ética del Facilitador. La autoridad tomada en estos términos hará que el joven la consienta, en lugar de un someterse lánguidamente a ella.

“Se necesita un adulto que se comprometa en la orientación a través de una autoridad instrumento, pragmática y flexible, que puede dar elementos para que cada uno haga su propio trabajo, encuentre su propio tema que es una forma de trabajar su síntoma” .

Los jóvenes actuales lindan con un ideal de completitud. De no división. De lazo roto con el Otro ... continua >>

 


 
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