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Salarios a la carta: Nómina flexible (y 2) 
 La 
        mayoría de los programas dedicados a la gestión de recursos humanos tienen 
        incorporado apartados que en mayor o menor medida permiten realizar una 
        gestión salarial a la carta. Así es en el caso de Peoplenet, de Meta4; 
        Recursos Humanos, de Peoplesoft; Milena, de Seresco, o Eflex, de William 
        M. Mercer. Sin embargo, no es imprescindible que el ordenador esté extendido 
        en la plantilla. Paradis explica que en la industria se establecen quioscos, 
        con ordenadores para consulta de los trabajadores. Alberto Puente, de 
        William M. Mercer, declara que en su caso, ellos prestan también el mismo 
        servicio sin necesidad de instalar su programa Eflex.  
 Esta 
        consultora se encarga de todos los trámites. Su sistema es muy sofisticado, 
        pues no se limita al programa; también se encarga de gestionarlo, así 
        como de contratar los servicios o comprar los artículos que se ofertan 
        a los trabajadores.    Coches, 
        portátiles, seguros...  
 Muchas 
        son las posibilidades ofertadas por las empresas a sus trabajadores como 
        salario en especie. En la mayoría de los casos, la elección depende del 
        puesto de trabajo, pues no todo el personal puede acceder a los mismos 
        servicios o artículos. Lo normal es que en una primera fase de implantación 
        del sistema, el salario a la carta esté acotado a los directivos y al 
        personal más cualificado.  Aunque 
        la oferta como salario en especie es tan amplia como dé de sí la imaginación, 
        hay una serie de servicios y artículos más frecuentes.  
 Una 
        parte de estos servicios tiene ventajas fiscales, pues no son considerados 
        como salario en especie. No se debe olvidar que el salario en especie 
        tributa en el IRPF exactamente igual que el resto de la renta del trabajo. 
        Por tanto, en aquellos casos en los que no se considera como salario, 
        la ventaja es poder rebajar la base tributaria en renta.  
 Seguros 
        de vida y de accidentes. Es uno de los más frecuentes, pues se pueden 
        obtener exentos de impuesto.  
 Pólizas 
        sanitarias. Cada vez más gente complementa la Seguridad Social con 
        un sistema privado, por lo que es uno de los más demandados. Además, tiene, 
        con límites, exenciones fiscales en renta.  
 Sistemas 
        de pensiones (planes o seguros). Es otro de los clásicos entre las 
        retribuciones en especie.  
 Coches. 
        La adquisición de un vehículo mediante el sistema de leasing o de 
        renting se está extendiendo, pues supone un ahorro en el coste final. 
        La empresa, que es su propietaria legal, se encarga de ir pagándolo, y 
        en la última letra lo pone a nombre del trabajador.  
 Ayudas 
        de estudios. Para el trabajador como, generalmente, para sus familiares, 
        aunque en este último caso, sí se considera salario en especie y tributa 
        como renta del trabajo. En el caso del trabajador sí está exento.  
 Vacaciones. 
        No se trata estrictamente de vacaciones, sino de días de permiso. 
        En el caso de EE UU, donde legalmente no se tiene vacaciones, es una de 
        las elecciones más frecuentes. En España, cada vez más trabajadores prefieren 
        tener días libres.  
 Vales 
        de comida. No deben pasar de 1.300 pesetas diarias, pues no estarían 
        exentas de tributar como salario en especie.  
 Ayudas 
        para guarderías. Van ganando poco a poco terreno y aceptación.  
 Préstamos. 
        El trabajador va devolviéndolo en sus nóminas.  
 Opciones 
        sobre acciones. Cada vez más extendido entre todo el personal de la 
        plantilla, y no sólo para los directivos, al igual que la suscripción 
        de acciones preferenciales. Con todo, suele ser para directivos.  
 Material 
        informático (portátiles, móviles, agendas electrónicas, tarifas planas...). 
        Es, sin duda, el rey de los artículos comprados a través de las empresas, 
        aunque alguna también ha ofertado televisores de pantalla plana. Además, 
        con las medidas para introducir Internet, tienen desgravaciones fiscales 
        para las empresas en el impuesto de sociedades y para el trabajador está 
        exento del IRPF.  
 Otros. Viajes, acceso a clubs o gimnasios, aparcamiento o lavandería. 
 
 
 Juan 
        Ferrari  |