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Gestión del Conocimiento y competencia informacional en el puesto de trabajo

Eva Ortoll

 

Aportaciones de la competencia informacional a la gestión del conocimiento

 

Como mencionábamos en la introducción, la generación de conocimiento tiene lugar cuando un individuo interactúa y se relaciona con la información. Además, el factor humano en los proyectos de gestión del conocimiento es un elemento clave para su desarrollo, ya que a partir del conocimiento y las actitudes que aporte cada individuo se crea y enriquece el conocimiento corporativo. Así pues, para enriquecer dicho conocimiento corporativo es imprescindible que los trabajadores compartan su conocimiento individual. Concienciar a los trabajadores de la necesidad y la importancia de compartir el conocimiento ha sido uno de los focos principales de atención dentro de los proyectos de gestión del conocimiento (O'Sullivan, 2001).

Por otra parte, los gestores de contenido, de acuerdo con unos procesos y una metodología previamente establecidos en el proyecto de gestión del conocimiento, identifican los contenidos críticos de la organización y los gestionan, codifican, clasifican e introducen en el almacén de contenidos de la herramienta de gestión del conocimiento que permitirá que dichos contenidos sean compartidos por el resto de miembros de la organización.

Volviendo al factor humano, y si tenemos en cuenta que uno de los objetivos de un programa de gestión del conocimiento es convertir el conocimiento individual en conocimiento corporativo, y que al mismo tiempo dicho conocimiento corporativo enriquezca el conocimiento individual, debemos prestar atención a los pasos que intervienen en dicho proceso. En este sentido se han identificado los siguientes elementos vinculados al factor humano en un proyecto de gestión del conocimiento:

 

- Identificar conocimiento relevante

 

- Captar y crear

 

- Explicitar, estructurar, almacenar

 

- Transmitir, compartir

 

- Interpretar, aplicar

 

- Reutilizar, renovar (KMPG, 2000)

 

Teniendo en cuenta dichos aspectos es obvio que para que los trabajadores se muevan con agilidad en cada uno de los pasos del proceso deben poseer las habilidades que les permitan desarrollar cada una de las etapas descritas. En este sentido, un estudio realizado en más de 500 empresas que habían implementado programas de gestión del conocimiento puso de manifiesto que el desarrollo de la competencia informacional de los trabajadores constituía una de las competencias básicas para que éstos se desenvolvieran sin dificultad y con eficacia en un contexto organizativo basado en la información y el conocimiento (Abell, 2001).

Veamos de qué manera la competencia informacional y sus habilidades asociadas están directamente implicadas en el proceso descrito y relacionado con el individuo, es decir, con el componente humano. Así pues, la competencia informacional proporciona lo siguiente:

 

- Los mecanismos para saber identificar una necesidad de información, el tipo de información que puede resolver dicha necesidad y los recursos más apropiados que, en cada momento, pueden proporcionar dicha información. Por lo tanto, dichos mecanismos son esenciales para la identificación de conocimiento relevante, y de las fuentes y recursos donde localizarlo.

 

- Un conjunto de estrategias de exploración e interrogación de los recursos, sean o no electrónicos, que permiten extraer la información que se necesita en cada momento, evaluar los costes de acceder a dicha información o valorar la posibilidad de que sea creada en el contexto de la organización. Dichas estrategias se pueden aplicar, además, tanto en el contexto de recursos externos como internos, por ejemplo en la herramienta del programa de gestión del conocimiento que almacena los conocimientos corporativos o en la exploración de las taxonomías utilizadas para clasificarlos.

 

- Los mecanismos para crear nueva información a partir del conocimiento adquirido como consecuencia del uso de la información obtenida. Algunos elementos que permiten crear nueva información se centran en cómo determinar y explicitar el objetivo para el que se quiere crear dicha información, ayudar a situarla en un contexto concreto o bien determinar el medio y el formato más apropiado para crear un nuevo producto informativo. De igual modo, la creación de nuevo conocimiento como resultado de nueva información y de conocimiento externo, que se habrá podido localizar previamente a partir de estrategias de búsqueda, necesita de dichos mecanismos.

 

- Los mecanismos necesarios para organizar y estructurar la información de manera que se facilite el trabajo con la misma, por ejemplo proporcionando técnicas para resumir la información de forma que se ponga de relieve la información importante y pueda ser fácilmente interpretada por terceros. Así mismo, facilita las técnicas para utilizar y aplicar clasificaciones o códigos para indexar la información a fin de que sea fácilmente recuperable, o adjudicar palabras clave que identifican el contenido de la información que se resume. Dichos elementos se presentan como esenciales en el proceso de explicitar, estructurar y almacenar conocimiento.

 

- Los mecanismos, herramientas, normativas y estrategias para comunicar ideas de forma efectiva según una situación determinada, así como para integrar información de distintas fuentes u opiniones de terceros a fin de crear sinergias entre ambas informaciones. En el proceso de compartir y transmitir conocimiento, dichos elementos también están implicados.

 

- Como consecuencia de las aportaciones de la pedagogía informacional, aplicar las estrategias de evaluación, análisis, síntesis, selección o filtro de información, identificando las diferencias entre información que proviene de distintos recursos o planteando estrategias para aplicar dicha información a la resolución de un problema. La aplicación de dichos procesos es un elemento clave para la reutilización y la renovación del conocimiento existente.

 

Finalmente debe apuntarse que, además de las habilidades y los procedimientos concretos que se han descrito, la competencia informacional pretende proporcionar a los individuos una visión amplia e integrada acerca del mundo de la información. Esta visión implica a los individuos como usuarios y como productores de dicha información, con el objetivo de que éstos adopten una manera de trabajar basada en la información.

 

Conclusiones

 

La adquisición de habilidades informativas que conducen a la competencia informacional es un claro apoyo para la capacitación individual de trabajadores implicados en organizaciones basadas en la información y el conocimiento. La adquisición de dicha competencia tiene como consecuencia que los individuos se sientan seguros para llevar a la práctica cada uno de los procesos individuales descritos e implicados en un proyecto de gestión del conocimiento. Dicha competencia les obliga a tener un conocimiento amplio sobre el proyecto y la organización, lo que, a la vez, les permite ser más conscientes del beneficio que éste les puede aportar. El hecho de que se sientan más cómodos e implicados en el proyecto para el que trabajan ayuda a que contribuyan, desde una posición individual, al éxito del mismo.

 

Sin aspirar a establecer un debate sobre la teoría de la gestión del conocimiento -aspecto que dejamos para los expertos en la materia-, con el presente trabajo queremos poner de manifiesto, desde nuestra experiencia en competencia informacional, la dimensión e importancia que tiene dicha formación en el entorno corporativo.

Para concluir hay que indicar, por una parte, que es necesario que los responsables de los proyectos de gestión del conocimiento presten atención a la competencia informacional; por otra, que es preciso introducir en los equipos de trabajo vinculados a la gestión del conocimiento especialistas en competencia informacional para aprovechar las sinergias que puedan establecerse entre ambos campos.

 

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Eva Ortoll

Profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación (UOC)