La firma de tomates Bonnysa crispa a sus empleadas por hacerles llevar un uniforme distinto del masculino
humanos de Bonnysa, confirma que no se convocó una reunión "formal" con los representantes de los trabajadores porque no era necesario, aunque dice que sí que se les consultó e incluso "algunos llegaron a probarse la bata y les pareció bien". Según Frías, la empresa decidió modificar el uniforme de las mujeres porque "muchos trabajadores se habían quejado de frío o calor, según la temporada".