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La comida rápida ¿un riesgo laboral?

28/12/11     Agencias

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Esta semana 'de tardes'. La que viene entra por las noches y, dentro de 15 días, desde las ocho de la mañana hasta la una de la tarde. Quizá usted sea una de esas personas que hagan girar su vida en torno al planning de turnos de trabajo del mes. Si es así, intente cuidarse, pues tiene más posibilidades de sufrir obesidad o diabetes tipo 2.

Así por lo menos lo afirman los autores de la última editorial publicada en 'PLoS Medicine', en que abren una nueva línea de estudio en cuanto a las causas de la obesidad en el mundo. Si hace apenas unos días se alertaba en la misma publicación de que los turnos de noche aumentaban estos riesgos al perturbar los ritmos circadianos, ahora dan un nuevo paso y ponen el acento en aquellos que soportan distintos turnos de trabajo.

"Basándonos en estudios anteriores sobre el trabajo de las enfermeras estadounidenses, observamos cómo hay una asociación entre los turnos laborales y el riesgo de sufrir estas enfermedades debido, principalmente, a que la mayoría seguía patrones alimenticios muy pobres al no tener tiempo de preparar o encontrar nada mejor que poder comer. Creemos que esto afecta no sólo a las enfermeras, sino al resto de profesionales con horarios variados", explican los autores.

Actualmente, se calcula que entre el 15 al 20% de la población activa europea y estadounidense trabaja sin un horario fijo, lo que hace más complicado seguir una dieta sana y variada. "Es un estudio llamativo porque es la primera vez que se asocian ambos conceptos, pero también es muy lógico. Una persona que se pasa semanas trabajando de noche y a las dos de la madrugada tiene un descanso y se va a tomar algo tiene más facilidad de tomar alimentos precocinados o los llamados fast food", analiza el doctor Felipe Casanueva, director científico de CIBERobn.

"Lo mismo pasa con el resto de horarios y, sobre todo, cuando una persona está sometida a cambios horarios frecuentes y rápidos. Si trabajas por las tardes, pero tienes que entrar muy pronto o por las mañanas pero ya sales tarde no tienes tiempo para preparar nada con un poco de cuidado o, de tenerlo, no sirve de nada comer una semana sano y pasarte tres comiendo cosas precocinadas. Si a esto añadimos que la comida rápida es fácil de encontrar, tiene buen sabor y es barata, acudimos a ella más, por lo que aumentamos nuestras probabilidades de terminar sufriendo diabetes y obesidad".

Precisamente, la facilidad con la que se encuentra esta comida en comparación con menús más variados y sanos, es la perenne queja de los autores de este editorial. "Los gobiernos deben mejorar los hábitos de los consumidores y adoptar medidas concretas para garantizar que sea más fácil y barato comer sano que no", reza en el artículo.

Riesgo laboral

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad ya puede calificarse como pandemia. Con 502 millones de obesos en ... continua >>

 
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