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Implicaciones del teletrabajo para la seguridad y la salud
Las
conclusiones de un estudio de ámbito comunitario sobre las implicaciones
sociales del teletrabajo revelan la necesidad de investigar más en áreas
como el estrés, los trastornos musculoesqueléticos, las nuevas pautas
del horario laboral, las interconexiones entre trabajo y familia y los
efectos del aislamiento. Es preciso plantear perspectivas individuales
y sociales. Si se quiere extender con éxito el teletrabajo, en particular
en situaciones transfronterizas, es preciso abordar una serie de cuestiones
de derecho laboral y relativas a la seguridad social.
El
uso de ordenadores y tecnologías de la comunicación aumenta las oportunidades
en toda una amplia gama de actividades humanas. Los servicios y los productos
pueden comercializarse a distancia, proporcionando oportunidades más amplias
a las empresas y a los trabajadores para organizar los lugares de trabajo
y horarios. El teletrabajo se considera un paso importante en dirección
a la sociedad de la información.
El
concepto del teletrabajo ha sido definido de varias formas, de acuerdo
con su aplicación en la vida laboral. Son conceptos más o menos paralelos,
por ejemplo, el trabajo flexible, el trabajo a distancia y remoto, así
como el teletrabajo móvil o nómada. No obstante, todas las definiciones
tienen tres dimensiones en común: el lugar, el tiempo y el uso de tecnologías
modernas de información y comunicación.
El
teletrabajo puede abarcar muchas situaciones diferentes, desde el teletrabajo
en casa hasta el teletrabajo alternante y móvil, o el trabajo en oficinas
satélite, oficinas de barrio, telecasas u oficinas "extraterritoriales".
Las ventajas que se esperan del teletrabajo ya se han discutido desde
perspectivas sociales, industriales, regionales, organizativas e individuales.
Los estudios de casos han revelado que las organizaciones tienen múltiples
y variados motivos para implantar el teletrabajo, desde la reducción de
costes y el aumento de la competitividad hasta la motivación de la plantilla,
el aumento de la calidad de los resultados del trabajo, la mejora de la
imagen de la empresa y la conservación de los empleados cualificados.
Entre las ventajas más importantes mencionadas por los propios
teletrabajadores cabe citar:
Comprensión del teletrabajo
Es preciso comprender bien el teletrabajo no solo como un
fenómeno tecnológico, sino también desde otros puntos de vista asociados:
económico, cultural y social. Esta perspectiva más amplia es imprescindible
para poder situarlo correctamente en el entorno del trabajo. En este contexto,
se realizó un estudio de las implicaciones sociales del teletrabajo en
15 Estados miembros de la Unión Europea, por iniciativa la Comisión Europea
y la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de
Trabajo. La tarea principal del estudio consistió en delimitar y discutir
las cuestiones, los obstáculos y los problemas relacionados con la salud
y la seguridad en el teletrabajo. Otros dos estudios asociados abordaron
cuestiones relativas al derecho laboral y a la seguridad social.
Se aprobó la siguiente definición funcional del teletrabajo: Trabajo realizado
por una persona (empleado, autónomo, trabajador a domicilio), principalmente,
o durante buena parte del tiempo, en un lugar diferente del lugar tradicional
de trabajo, para una empresa o cliente, que implica el uso de las telecomunicaciones
como elemento central y esencial del trabajo.
Contenido y pautas de trabajo
En
el teletrabajo, como en casi cualquier tipo de trabajo, el entorno psicológico,
las consecuencias para la salud y los niveles de estrés difieren, en función
de si las tareas realizadas requieren o no una gran cualificación. La
segunda dimensión importante es la autonomía y el control del contenido
del trabajo y los ritmos de trabajo. En la mayoría de casos, el estrés
en el teletrabajo está más asociado al tipo de trabajo y a la organización
del trabajo que al espacio físico.
En
principio, el teletrabajo supone independencia y autonomía, y ofrece posibilidades
de concentrar y organizar el trabajo y dosificar el tiempo según criterios
personales. De acuerdo con una serie de estudios de casos, por ejemplo
de compañías de seguros, la productividad aumenta significativamente.
Sin
embargo, la libertad individual para regular el ritmo de trabajo puede
dar lugar a una sobrecarga y, en los casos más extremos, suponer que se
está "disponible" las 24 horas del día. Trabajar durante muchas
horas puede afectar negativamente a la salud, especialmente en un lugar
de trabajo mal diseñado o si las tareas son repetitivas. Otro factor de
estrés relacionado con el horario puede suponer una dificultad para prever
el volumen de las tareas futuras y sus plazos. La adicción al trabajo
puede ser un riesgo adicional si no hay un control externo, o si el teletrabajador
no puede controlar sus propias formas de trabajar.
En
el caso del teletrabajador empleado, la responsabilidad de evaluar los
riesgos del lugar de trabajo suele corresponder a la empresa. Los teletrabajadores
autónomos son ellos mismos responsables de esta evaluación. La probabilidad
de un entorno de trabajo mal diseñado y de una calidad ergonómica insuficiente
de las unidades de visualización puede ser mayor en los hogares de los
teletrabajadores que en los típicos entornos de oficina.
Relaciones
sociales e intimidad
Los horarios habituales del teletrabajo van de la sobrecarga
ocasional al teletrabajo a jornada completa, en cuyo caso el aislamiento
físico y social puede ser uno de los principales problemas. Existe la
preocupación de que el aislamiento físico de los teletrabajadores pueda
suponer un riesgo de marginación del lugar de trabajo y de los compañeros,
en un momento en que se hace hincapié en la importancia del trabajo en
equipo. Por otro lado, las modernas tecnologías de la información y comunicación
ofrecen posibilidades totalmente nuevas de apoyo, formación y orientación
en situaciones problemáticas.
La flexibilidad del teletrabajo brinda a los teletrabajadores
la oportunidad de adaptar el trabajo a su vida y su familia y a las etapas
de su carrera profesional. Ofrece una buena oportunidad de trabajo para
personas que no pueden trabajar por motivos de discapacidad u obligaciones
familiares. No obstante, pueden surgir problemas en cuanto a la distinción
entre el trabajo y la vida social y familiar. A este respecto, la dimensión
del género es importante. Las mujeres siguen encargándose del mantenimiento
de la casa y del cuidado de los niños y de otros miembros de la familia,
como los padres.
Cultura
organizativa
Las formas de organizar el teletrabajo dependen de la gestión
y de la cultura de liderazgo, de la política de personal de la empresa
y de los motivos del teletrabajo. Estos factores afectan, a su vez, al
modo de planificar la preparación y la formación para el teletrabajo,
y al modo de organizar los mecanismos y contratos de teletrabajo en el
ámbito de la empresa. En los casos más favorables, el teletrabajo se establece
sobre una base voluntaria, con la opción de regresar el lugar de trabajo
tradicional si es preciso. De nuevo, la situación de los teletrabajadores
altamente cualificados es mejor que la de los teletrabajadores menos cualificados
o sin cualificar.
Las organizaciones que aplican métodos de gestión jerárquicos
pueden tener problemas por el consabido hecho de que "ojos que no
ven, corazón que no siente", en particular si las tareas y los objetivos
del teletrabajo no están claramente definidos. Es posible que a causa
de estos problemas, lo directivos intermedios se resistan al cambio. Además,
los propios teletrabajadores pueden sentirse "infradirigidos"
y temer un efecto negativo para sus expectativas profesionales.
Conclusiones
El estudio europeo revela que las estadísticas y los datos
científicos sobre el teletrabajo son muy limitados, especialmente con
respecto a los tipos diferentes al "teletrabajo a domicilio".
Faltan datos relativos a temas como las diferentes situaciones y condiciones
de trabajo de los teletrabajadores móviles. Se precisan estudios longitudinales
mejor planificados sobre estrés, tensión, trastornos musculoesqueléticos
y aislamiento y pautas de horario laboral en diferentes tipos de teletrabajo.
Las repercusiones de las nuevas tecnologías y de las nuevas organizaciones
del trabajo en las aptitudes, las consecuencias de los horarios flexibles
en la salud y la productividad a largo plazo, los problemas con la separación
del trabajo y la vida familiar y el establecimiento de nuevas culturas
organizativas y de liderazgo sólo saldrán a la luz con el tiempo. La investigación
debería abarcar tanto la perspectiva individual como social, por ejemplo
las familias y las asociaciones en un entorno extralaboral.
El teletrabajo brinda una oportunidad para trabajar de la
forma más descentralizada en el seno de la sociedad. Puede realizarse
desde casa y desde otro país. Con objeto de eliminar los obstáculos para
su plena adopción, especialmente del teletrabajo transfronterizo, es preciso
abordar y resolver con cuidado muchas cuestiones de derecho laboral y
relativas a la seguridad social. Algunas de estas cuestiones son:
El teletrabajo puede dejar desfasado el concepto tradicional
de subordinación, según el cual el trabajo se realiza bajo el mando y
control de un empresario. Se precisa una nueva forma de pensar entre la
dirección y los empleados para que el control y el seguimiento no se basen
en la presencia en el lugar de trabajo, sino en la calidad de los resultados.
Trabajar con independencia del tiempo y del lugar requiere confianza entre
las partes. Es importante alcanzar un equilibrio entre la intimidad del
teletrabajador y la accesibilidad al lugar del trabajo, que suele ser
su vivienda. Una combinación satisfactoria entre el trabajo y la vida
personal exige separar claramente el lugar de trabajo y una serie de normas
comunes acordadas en relación con la concentración no interrumpida en
el trabajo, además de cuestiones de intimidad y protección de datos. También
es necesario abordar los posibles riesgos que corren terceros.
Las grandes empresas han creado sus propias prácticas y mecanismos
de teletrabajo, en los que se han regulado las cuestiones sobre salud
y seguridad. Se ha propuesto el control sistemático orientando la supervisión
de la salud y la seguridad de acuerdo con las normas internas y a las
rutinas de las empresas. La atención prestada a los riesgos para la salud
y la seguridad que suponen los materiales, los equipos y el entorno de
trabajo debería empezar con la compra previa consulta con el teletrabajador
individual. Es preciso difundir información específica sobre salud y seguridad facilitando orientaciones e impartiendo formación sobre cómo proceder en cuestiones relevantes (por ejemplo, la supervisión de la salud, cómo organizar pautas de trabajo, horarios laborales, reciclaje, evaluación de riesgos y terminales de trabajo domésticas, etc.) Todo ello afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas y a los teletrabajadores autónomos. Es necesario seguir desarrollando guías, boletines e instrucciones informatizadas para ajustar y comprobar el entorno y la práctica del trabajo, utilizando tanto recursos de Internet como en CD-ROM. Pekka Huuhtanen Instituto de Salud en el Trabajo de Finlandia |
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