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Gestión por comunicación

Dino Villegas P.

 

Hace un par de días atrás conversando con un consultor amigo, sobre la Gestión por Competencias y sus beneficios para las organizaciones, me di cuenta de la importancia de reflexionar sobre la necesidad de una gestión desde la comunicación.  No  me refiero a saltar de un modelo a otro y dejar la Gestión por Competencias a un lado,  por el contrario creo muy relevante  el poder gestionar el talento y administrar las competencias de las personas que ingresan a la compañía.  Pero me parece que las empresas deben sumar lógicas de acción que aporten en la generación de valor futuro, y en este sentido la comunicación nos brinda un marco perfecto para ello, algunos podrán considerar la comunicación sólo como una competencia más,  sin embargo basta mirar lo que como seres humanos hemos construido (y destruido) para ver que todo se debe a un ponernos de acuerdo, a una puesta en común de proyectos e ideas.

 

La comunicación no es sólo una habilidad personal es una interacción simbólica que se da entre distintos individuos (Pérez, 2001), por lo tanto una persona puede ser muy hábil comunicando pero no logrará nada encerrado en una pieza sin los medios, instrumentos o estructuras que faciliten esta interacción.

 

Como diría el padre del management  Peter Drucker (2002), "La comunicación en una organización, no es el medio para organizar. Es el modo de organizar", es la manera de coordinar las acciones, y a la vez es la manera en que se genera la mística organizacional.

 

La competitividad en las empresas no está dada sólo por las competencias de sus talentos, lo que compite no son grupos de personas aisladas contra otro grupo de personas aisladas, son las culturas empresariales las formas de organizarse, de comunicarse, de interactuar entre ellos lo que hace la competitividad en la organización.  Es cosa de preguntarse ¿cuántas veces no hemos visto a equipos deportivos llenos de talentos individuales, fracasar por falta de coordinación?, ¿Cuántas veces un procedimiento perfectamente diseñado no se cumple por no haberse comunicado eficientemente?, ¿Cuántos ejecutivos no logran las metas por no poder entablar buenas relaciones con sus subordinados?, son éstas y muchas otras las instancias en que la comunicación debe ser el ente coordinador entre sus talentos, procesos y estrategias.

 

Pero las organizaciones no sólo son un entramado de relaciones internas además están inmersas en una red de conversaciones con sus proveedores, clientes, alianzas, complementarios, sociedad y otros (Eisenhardt, 2002; Lawrence, et al, 2005), y es la lógica comunicacional la que debe aportar en la gestión de estas relaciones. 

 

La gestión por comunicación debe darnos la comprensión de una real interacción entre y con los actores presentes en la organización, es decir un diálogo de dos vías, no sólo dar a conocer la estrategia o los nuevos procedimientos, sino que compartir ideas, levantar percepciones, administrar participativamente, la gestión por comunicación debe enseñarnos a escuchar más que a hablar.

 

Algunas claves de la lógica comunicacional aplicada a la gestión podemos resumirlas en las siguientes;

    • Comprender y facilitar  los actuales flujos de comunicación formales e informales, es decir estudiar las estructuras actuales y rediseñarlas en función de propiciar la comunicación entre sus integrantes. Con especial énfasis en generar espacios de conversación, orientados a escuchar y propiciar comunidades. 
    • Diseñar los procesos desde la comunicación, que nazcan de programas  bottom-up o  diálogos con los interesados. Muchas veces los procesos no se cumplen por no ser compartidos por los que deben ejecutarlos, la comunicación no debe ser sólo un instrumento para persuadirlos a seguir estos procesos, sino que debe darnos pistas de cómo diseñarlos.
    • Considerar las aspiraciones, sueños y valores personales, ¿cómo se complementan entre si?, ¿pueden estas aspiraciones colaborar con el objetivo global de la compañía?, hacer que las personas compartan sus propios objetivos potencia la interacción y sinergia al interior de la organización (Whitney y Trosten-Bloom, 2003).

Por último debemos tener en cuenta los lenguajes a utilizar, las historias y narraciones crean una mística especial (Gargiulo, 2005), por lo que se deben propagar al interior de la empresa, sin embargo pueden ser muy  abstractas y poco concretas. Por otro lado el lenguaje estadístico o matemático  genera mayor precisión sobre la intención estratégica, herramientas como el BSC permiten diseminar la estrategia y sus estados a la organización, pero no propician la  mística empresarial. Lo ideal es poder balancear la utilización de estos lenguajes.

Dino Villegas P.

Socio Consultor Comundo