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La formación y cómo medir su rendimiento

Redacción

 

La formación es una base para el desarrollo de las empresas, pero todos sabemos que, medir el rendimiento de la inversión en formación es importante y estamos de acuerdo en que la medición de la aportación de esta, a los resultados de una compañía es algo importante y difícil de valorar.

 

La inversión en formación nos lleva a desarrollar medios para evaluar la eficacia de los programas de formación; uno de ellos es la medición de los niveles de evaluación, desarrollado por Donald Kirkpatrick, de la Universidad de Michigan, destacando que los responsables de formación no deberían de pasar por alto ninguno de estos niveles, siendo estos los siguientes: reacción, aprendizaje, comportamiento y resultados.

 

1.- REACCIÓN –  Sirve para medir la satisfacción de los alumnos, estos cumplimentan un formulario de evaluación del programa y así podremos valorar lo bueno y lo malo de los cursos, con el fin de mejorarlos.

 

2.- APRENDIZAJE –  Se realiza para medir el nivel de conocimientos adquiridos por los alumnos y se recomienda examinar antes y después de los cursos, comparándoles con un grupo de control.

 

3.- COMPORTAMIENTO –  Los cambios de actitud requieren tiempo y que se den las circunstancias adecuadas para que se produzcan, por lo que, habrá que esperar unas doce semanas para controlarla, mediante entrevistas y conversaciones de grupo, con lo que valoraremos la satisfacción y su aprendizaje.

 

4.- RESULTADOS –  Es la medición material de los efectos que tiene la formación en la empresa, en función ciertos ratios, según la orientación y las materias tratadas. El examen se debería de realizar antes y seis meses después de la formación. También habrá que tener en cuenta de que, hay otros factores que pueden influir en los resultados de la compañía.

 

A nivel práctico los dos primeros niveles, se aplican sobre la marcha de los programas de formación y son fáciles de valorar, los dos restantes, necesitan un calendario y las valoraciones son más abstractas.

 

La evaluación de los programas de formación, es tan importante como la formación en sí misma, antes de iniciar cualquier programa formativo, hay que tratar de planificar los programas, saber los objetivos y después establecer elementos de control

 

Esto nos lleva al dilema de los empresarios, que es saber si la formación funciona.

 

 

Redacción