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Disfrutar de la formación

Miquel Bonet

 

La antropóloga Helen Fisher dice que es posible hacerlo todo con internet, especialmente ligar. Yo no me atrevo a asegurar tanto, pero como formador virtual puedo dar fe de que al menos es posible formar a la gente desde la red.

Claro que para eso y para lo primero sólo hacen falta ganas, así de simple porque cuando uno o una se expone a navegar por el espacio infinito de internet en busca de su alma gemela, aunque sea temporalmente, cuenta como mínimo con éstos elementos: el tiempo para dedicarlo, la oportunidad de experimentar las veces que haga falta y especialmente la motivación, o sea que lo mismo que para aprender.

Si la comunicación sigue siendo una asignatura pendiente en este mega forum de saturación de información que padecemos, en el que, se habla y se informa mucho, pero nadie comunica, lo otro, lo de enseñar por la red, sigue siendo complicado, sobre todo cuando se intenta crear un método que mantenga el interés del alumno.

Cada vez estoy más convencido de que la gente sólo aprende por necesidad, de conocer, de sobrevivir, de ganar, de llegar a..., lo que sea pero siempre dirigido a una finalidad, digamos personal, pero la gran verdad es que quizás podemos dar forma a alguien o a algo para que cumpla una función, pero aprender lo que se dice aprender es otra cosa.

Piense durante un momento el lector/a en aquellas cosas que individualmente hemos aprendido y el fin que nos ha dirigido hacia ellas, aprendemos a ir en bicicleta para conseguir el placer que creemos disfrutan los que ya saben, aprendemos a hacer mejor un deporte para pasarlo mejor haciéndolo y hasta nos fijamos en como besan en las películas para mejorar nuestra autoestima y ser más admirados, deseados, o lo que sea.

Detrás del aprendizaje auténtico se esconde el placer.

Mientras que, la formación responde principalmente a la necesidad.

Comemos deprisa cuando tenemos hambre y nos perdemos los sabores.

Hay quien sacia su apetito sexual ignorando que existe un juego entre dos personas con necesidades semejantes y muchos, demasiadas personas se forman simplemente porque hay unos créditos a ganar o un puesto de trabajo, mejor dicho, un salario a obtener.

Pienso que aquí está el meollo de la formación y las respuestas las encontramos en el simple comportamiento humano, si conseguimos conjugar necesidades y placer entonces podemos tener la oportunidad de desvelar la utopía del conocimiento, por tanto, la receta en formación la sintetizaría en lo siguiente:

Búscate una formación realmente útil y que te guste lo suficiente como para dedicar tu tiempo esperando simplemente el placer de sentirte mejor contigo mismo porque si tu te quieres a ti mismo, sin ninguna duda, los demás también lo harán.

Miquel Bonet

Abogado, profesor y consejero de Select