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Sobre Counseling

Gloria Cassano

 

"Conócete a ti mismo", una frase que nació con la filosofía y que pareciendo tan sencilla pocas veces nos detenemos a pensar.

El Counseling parte de esta premisa pero también intenta orientar a las personas a conocerse atendiendo qué se espera de ella en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve porque, seguramente, no se espera lo mismo cuando ejerce un rol de padre, de hijo, de amigo, de empleado, de jefe o de político.

Si además de conocer las características generales y estructurales de la personalidad, tratamos de reflexionar sobre nosotros en concordancia con lo que los otros esperan, es muy probable que podamos definir cuál será la mejor actitud que nos identifica con dicho rol, en esa circunstancia.
Este es el punto de partida para mejorar y cambiar las actitudes.

Si hablamos del rol de líder, será necesario analizar con detenimiento cuáles y cómo son las actitudes que se esperan para ser reconocido como líder natural.

Si además de observarme a mí mismo, le pregunto a otras personas cómo me ven, y comparo lo que se espera que haga con lo que hago realmente, es probable que encuentre diferencias. Entonces, trabajaré sobre ellas.

Como de actitudes se trata, modificarlas no es una tarea simple. Requiere de tiempo y esfuerzo. Cambiar de actitud significa cambiar de hábitos.

Cualquier teoría dirá que para cambiar de hábitos se requiere estar consciente de un acto y repetirlo día a día hasta transformarlo en algo espontáneo y natural.

Servirá como ejemplo recordar cuando nos mudamos, cuando nos casamos o, más evidente, cuando tuvimos un hijo en el ámbito personal. Recordar un cambio de trabajo, de horario de trabajo, o de cambio de puesto en el laboral.

En estos casos, el cambio de hábitos es obligado y forma comportamientos diferentes. A veces, requiere de esfuerzos y otras que nos surge naturalmente, nos gratifica. Esto depende la estructura de personalidad de cada uno.

La metodología de Counseling induce, con temáticas y métodos preestablecidos a cambiar actitudes orientadas al rol que ejercemos. En el caso del líder, lo orientan a desarrollar actitudes esperadas de él.

Autoevaluarnos y pedir la opinión de los demás son la base para descubrir cuáles son las conductas que se esperan de la función que ejerzo. Cómo líder natural, debo desarrollar hábitos que me identifiquen como tal, conductas acordes al rol que ejerzo y actitudes que afiancen mi calidad de líder, entonces, no necesitaré de un cargo asignado para ser respetado y reconocido como líder.

Todo este proceso requiere de una serie de ejercicios que no se brindan en ninguna universidad ni en ninguna carrera. Simplemente es cuestión de conocerse a sí mismo.

 

Gloria Cassano

Directora Gloria Cassano & Associados